jueves, 18 de febrero de 2016

LOS PRESUPUESTOS DE BENABARRE

¿POR QUÉ A ESTAS ALTURAS TODAVÍA HAY PARTIDAS DE LAS QUE NO SE HA PRESENTADO NINGUNA JUSTIFICACIÓN?
 
En el momento que se escribe este artículo (30/01/16) el Ayuntamiento de Benabarre no dispone de presupuestos para el 2016. Y va para largo…
El acuerdo al que se llegó después de un par de reuniones entre los tres grupos políticos del Ayuntamiento fue que el Equipo de Gobierno presentará un borrador de los presupuestos para ser sometido al estudio, aportaciones y correcciones (si fuese preciso) por parte de todos.
En este momento las cuentas del Ayuntamiento son las del 2015 prorrogadas y consecuentemente el funcionamiento diario continúa, pero las inversiones están paralizadas hasta la aprobación definitiva del presupuesto.
Las perspectivas no son buenas. Los ingresos por la aportación de la Administración del Estado caen (entre otros por la bajada de la población) en unos 10.000 €.
El pago de la deuda acumulada durante estos años supone un porcentaje excesivamente alto en nuestros presupuestos que condicionará las inversiones del municipio durante muchos años. Debemos recordar que la deuda del Ayuntamiento asciende a cerca de 1.300.000 €
Y tenemos que acometer mejoras en los núcleos rurales, tenemos que acondicionar el Camping para que cumpla con la legislación, pueda disponer de las autorizaciones administrativas y pueda abrir. Habrá que abordar el uso del Albergue, el cual todavía requiere de obras muy importantes para que sea verdaderamente funcional.
A día de hoy la cuenta de crédito que permite el funcionamiento cotidiano del Ayuntamiento está totalmente consumida y se usa como una forma de financiación más y el pago de las nóminas y de las facturas de los proveedores depende de la disponibilidad de líquido en las cuentas corrientes. El pago de las nóminas ha de ser prioritario y hay que cumplir con los plazos legales en el pago a proveedores, pero mucho nos tememos que tendremos problemas al respecto.
Por último, debemos comentar que se impugno la decisión del último pleno en el que se aprobó la bajada del IBI urbano con los votos a favor del PP y de Aragón Sí Puede (con el de rústica no hay problemas) al considerar que no disponía del informe de la intervención municipal.
La valoración final es que el equipo de gobierno no está afrontando con la diligencia necesaria la elaboración de unos presupuestos que llevan ya un mes prorrogados. ¿Por qué?
Que tenemos partidas pendientes de aprobación importantes económicamente y necesarias para poder rentabilizar las infraestructuras municipales y prestar los servicios necesarios en los núcleos rurales.
Que el verdadero lastre de los presupuestos es el pago de la deuda municipal que consume un porcentaje muy elevado de los ingresos del Ayuntamiento y que la rebaja de los impuestos aprobada (y hoy en día impugnada parcialmente) si bien supone una rebaja en los ingresos no es la partida que condiciona la estabilidad presupuestaría del Municipio.
Es necesaria una reflexión muy seria al respecto, por parte de los grupos políticos y de la ciudadanía en general, que valore la gestión de crédito y estudiar plazos de amortización e intereses a pagar. En la actualidad el equipo de gobierno defiende que la deuda podrá estar resuelta en 2022 (el principal crédito del Ayuntamiento, de 750.000 €, vence en mayo del 2022). Nos parece poco menos que una utopía. Y nos preocupa que la deuda no sólo no descienda si no que continúe, durante muchos años, en los niveles actuales (más es imposible ya que la legislación sobre la deuda municipal lo impide tajantemente)
Desgraciadamente pensamos que una actitud realista al respecto supondrá alargar plazos y trasladar parte de la deuda a próximas legislaturas. Se trata de una decisión dura, pero hemos de ser realistas.
Por último, nuestro grupo político nunca apoyará ningún recorte en la prestación de servicios por parte del Ayuntamiento (hablamos de la guardería o de la escuela de música, por ejemplo). No son el problema (porque además están subvencionados prácticamente al 100 % por otras administraciones) y no deben ser utilizados como el arma del miedo por parte del equipo de gobierno. No son el problema del municipio y recortar en servicios no es ninguna solución.
Nuestra política es muy simple: sensatez en el pago de la deuda, sensatez y responsabilidad a la hora de acometer las inversiones, rechazar la megalomanía y la avidez por la fotografía en la prensa o la entrevista en la radio a costa del dinero de todos y rechazar la política del miedo y el sectarismo.





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